Santa Rita
El 22 de mayo es la fiesta de Santa Rita, una monja agustina del siglo XIV de Casia, Italia. Ella es la patrona de causas imposibles y circunstancias sin esperanza debido a su vida difícil y decepcionante.
A través de sus pruebas Dios la usó de maneras notables, no sólo mientras vivía, sino que ahora desde el cielo ayuda a aquellos que piden su intercesión por sus propias circunstancias aparentemente imposibles y desesperadas.
En el siglo XIV, Italia estaba llena de familias en guerra atrapadas en un círculo vicioso de asesinatos y venganzas sangrientas (piense en Romeo y Julieta). La familia de Santa Rita se vio envuelta en este conflicto que estaba tan arraigado en la sociedad en ese momento. Su marido fue asesinado como resultado de la infame rivalidad entre las familias aristocráticas de los güelfos y los gibelinos. Santa Rita lloró la muerte de su esposo e intercedió por su alma con gran fervor.
Los dos hijos pequeños de Rita, siguiendo con el vicio del día, hablaron de vengar la muerte de su padre. Hizo todo lo que pudo para guiar a sus hijos al perdón, pero fue incapaz de disuadirlos de sus malas intenciones. La oración era su única esperanza.
Ella le rogó a Dios que evitara que el mal se hinchara en los corazones de sus hijos, o que les permitiera morir antes de que tuvieran la oportunidad de cometer un pecado mortal y al hacerlo se separaran de Dios para siempre en el infierno.
Dios le concedió sus oraciones. Sus dos hijos se enfermaron y murieron en el plazo de un año en estado de gracia; Dios intervino y les impidió seguir el mal camino de su padre.
Después de la muerte de su marido y de sus hijos, Sta. Rita se quedó sola en el mundo y trató de entrar de nuevo en el convento, como lo había deseado desde su infancia. Fue rechazada debido a la asociación de su familia con el conflicto civil; algunas de las hermanas que vivían en el convento eran parientes de los hombres responsables de la muerte de su marido. Para mantener la paz en el convento, se le negó la entrada.
Santa Rita, enfrentando de nuevo una desilusión aplastante y otra situación imposible, recurrió a la oración y a la intercesión de los santos. La sinceridad de Santa Rita y su espíritu de caridad y perdón prevalecieron, y finalmente se le concedió la entrada al convento. Llegó a ser conocida como una monja santa y orante, meditando a menudo sobre los sufrimientos de Cristo crucificado.
A través de sus pruebas Dios la usó de maneras notables, no sólo mientras vivía, sino que ahora desde el cielo ayuda a aquellos que piden su intercesión por sus propias circunstancias aparentemente imposibles y desesperadas.
Santa Rita
Desde muy temprana edad Santa Rita deseó ser monja, pero sus padres insistieron en que se casara a la edad de doce años. Santa Rita lo hizo en obediencia a ellos. Además de su decepción, el hombre que sus padres arreglaron para que se casara con ella fue cruel y duro, y ella pasó 18 años en un matrimonio muy difícil. Su esposo finalmente se volvió físicamente abusivo, sin embargo, ella se enfrentó a su crueldad con amabilidad y paciencia. De ella nacieron dos hijos a los que amó profundamente. Después de muchos años, finalmente ganó a su marido para que fuera más civilizado y amable.En el siglo XIV, Italia estaba llena de familias en guerra atrapadas en un círculo vicioso de asesinatos y venganzas sangrientas (piense en Romeo y Julieta). La familia de Santa Rita se vio envuelta en este conflicto que estaba tan arraigado en la sociedad en ese momento. Su marido fue asesinado como resultado de la infame rivalidad entre las familias aristocráticas de los güelfos y los gibelinos. Santa Rita lloró la muerte de su esposo e intercedió por su alma con gran fervor.
Los dos hijos pequeños de Rita, siguiendo con el vicio del día, hablaron de vengar la muerte de su padre. Hizo todo lo que pudo para guiar a sus hijos al perdón, pero fue incapaz de disuadirlos de sus malas intenciones. La oración era su única esperanza.
Ella le rogó a Dios que evitara que el mal se hinchara en los corazones de sus hijos, o que les permitiera morir antes de que tuvieran la oportunidad de cometer un pecado mortal y al hacerlo se separaran de Dios para siempre en el infierno.
Dios le concedió sus oraciones. Sus dos hijos se enfermaron y murieron en el plazo de un año en estado de gracia; Dios intervino y les impidió seguir el mal camino de su padre.
Después de la muerte de su marido y de sus hijos, Sta. Rita se quedó sola en el mundo y trató de entrar de nuevo en el convento, como lo había deseado desde su infancia. Fue rechazada debido a la asociación de su familia con el conflicto civil; algunas de las hermanas que vivían en el convento eran parientes de los hombres responsables de la muerte de su marido. Para mantener la paz en el convento, se le negó la entrada.
Santa Rita, enfrentando de nuevo una desilusión aplastante y otra situación imposible, recurrió a la oración y a la intercesión de los santos. La sinceridad de Santa Rita y su espíritu de caridad y perdón prevalecieron, y finalmente se le concedió la entrada al convento. Llegó a ser conocida como una monja santa y orante, meditando a menudo sobre los sufrimientos de Cristo crucificado.
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